La Octava Esfera de Nostradamus o la octava Macroera


Fragmentos de la carta de Nostradamus a su hijo, Salon 1555-
«……….he querido ensamblar un tanto obscuramente: y son perpetuos vaticinios, a partir de ahora hasta el año 3799….. Antes de la gran conflagración universal, se producirán tal cantidad de diluvios y grandes inundaciones que no quedarán muchos territorios sin estar cubiertos por el agua: y durará todo  ello tanto tiempo que, a excepción de quienes vivan en el mar o en la montaña, todos , absolutamente todos perecerán: asimismo, antes y después de tales inundaciones, en muchas regiones, las lluvias serán tan exiguas y caerán del cielo tantas cantidades de fuego y piedras al rojo vivo, que todo quedará consumido, reducido a la nada: todo ello sucederá en breve y antes de la última conflagalación: ya que, si bien el planeta Marte rematará su ciclo, no sabemos si lo emprenderá de nuevo al final de su último periodo, porque entonces quedarán reunidos los distintos planetas, unos en Acuario por muchos años y otros en Cáncer durante un tiempo mucho más largo y continuado. Ahora estamos siendo conducidos por la Luna, mediante el absoluto y total poder de Dios eterno, y cuando ella haya completado su ciclo entero, vendrá el Sol, y luego Saturno. Porque, según los signos celestes, el reino de Saturno será aquel durante el cual el mundo se aproximará a la revolución………. Observa aquí todo cuanto puede verse en los movimientos celestes: actualmente estamos en el séptimo millar en el cual todo tiene su fin, y nos acercamos al octavo, donde está el firmamento de la octava esfera, que se encuentra en dimensión latitudinal, donde el gran Dios eterno vendrá a rematar la revolución. Entonces las imágenes celestes volverán a moverse, y el movimiento superior, que hace que la Tierra sea estable y firme, no se inclinará por los siglos de los siglos, según reza la cita: non inclinabitur in saeculum saeculi. Esto es lo que se cumplirá y no de otra forma por la voluntad de Dios, a pesar de las muchas y ambiguas opiniones de gentes influenciadas por sueños mahometanos que exceden a toda razón natural; y además , algunas veces ocurre que el Dios creador, por medio de los ministros de sus mensajeros ígneos, tal cual una llama misiva, vienen a proponer a nuestros sentidos exteriores, inclusive a nuestros ojos, las causas de futura predicción, para que aquel a quien ha querido Dios manifestárselas pueda a su vez dar de ellas testimonio y presagio.Sin embargo, esta parte que parece haber tenido la visión, y que ha permitido que fuese comprendida, no es en realidad…………