Si algo se respira en Cataluña es la falta de humanidad, el haber convertido en monstruos a su propia gente que son incapaces de amar y que sólo piensan en destruir al vecino de enfrente, que en ese caso es España.
Si algo es evidente es que la independencia es una escusa barata, pues no cuela ya lo de la derecha e izquierda y alguna cosa tenían que decir para tratar de justificar su perversión sin límites.
La falta de amor al prójimo es lo que se percibe en el ambiente, el odio y el cinismo. Nada bueno se puede esperar de aquellos que destruyen a los de su propia especie, que son capaces de degenerar a su hijos y de convertirlos en armas para matar. Pero no hay futuro en el lado oscuro, pues los volcanes están a punto de estallar y ya hace tiempo que el volcán de Amer se está ramificando por el Ampurdán y ya en algunos pozos de Bordils el agua está hirviendo