Así dice el Señor Yahveh: Aquel día te vendrán al corazón proyectos y concebirás perversos planes.
Dirás: «Voy a subir contra una tierra abierta, marcharé contra gente tranquila que habita en seguridad. Habitan todos en ciudades sin murallas, sin cerrojos ni puertas.»
Irás a saquear, a hacer botín, a poner tu mano sobre ruinas repobladas, en un pueblo congregado de entre las naciones, entregado a reponer el ganado y la hacienda, que habita en el centro de la tierra.»
Sabá, Dedán, los mercaderes de Tarsis y todos sus leoncillos te dirán: «¿A saquear has venido? ¿Para hacer botín has concentrado tu asamblea? ¿Para llevarte el oro y la plata, para apoderarte de ganados y haciendas, para hacer un gran botín?»
Por eso, profetiza, hijo de hombre. Dirás a Gog: Así dice el Señor Yahveh: ¿No es verdad que aquel día, cuando mi pueblo Israel viva en seguridad, te pondrás en movimiento?
Vendrás de tu lugar, del extremo norte, tú y pueblos numerosos contigo, todos montados a caballo, enorme asamblea, ejército innumerable.
Subirás contra mi pueblo Israel como un nublado que recubre la tierra. Será al fin de los días; yo te haré venir entonces contra mi tierra para que las naciones me conozcan, cuando yo manifieste mi santidad a sus ojos, a costa tuya, Gog.
Así dice el Señor Yahveh: Tú eres aquel de quien yo hablé antaño, por medio de mis siervos los profetas de Israel, que profetizaron en aquel tiempo, durante años, que yo te haría venir contra ellos.
Aquel día, cuando Gog avance contra el suelo de Israel – oráculo del Señor Yahveh – estallará mi furor. En mi cólera,
en mis celos, en el ardor de mi furia lo digo: Sí, aquel día habrá un gran terremoto en el suelo de Israel.
Temblarán entonces ante mí los peces del mar y los pájaros del cielo, las bestias del campo y todos los reptiles que serpean por el suelo, y todos los hombres de sobre la haz de la tierra. Se desplomarán los montes, caerán las rocas, todas las murallas caerán por tierra.
Convocaré contra él toda clase de terrores, oráculo del Señor Yahveh. Volverán la espada unos contra otros.
Le castigaré con la peste y la sangre, haré caer una lluvia torrencial, granizos, fuego y azufre, sobre él, sobre sus huestes y sobre los numerosos pueblos que van con él.
Manifestaré mi grandeza y mi santidad, me daré a conocer a los ojos de numerosas naciones y sabrán que yo soy Yahveh. Vemos en las profecías de Ezequiel que se habla del pueblo de Israel y que no hay que confundirlo con la nación actual de Israel, sino que alude al pueblo verdadero y al rey de Israel que es España y al rey de España que es rey de Israel.
Vemos que Dios manda al mismo Anticristo, que profane el gran templo del pueblo de Israel, osea donde descansan o descansaban los reyes de Israel y estamos hablando de Ripoll.
Frente la tumba del que fuera Rey de Israel de Facto, del heredero del reino de Aragón según el testamento de Alfonso el Batallador, en que se reúnen los independentistas catalanes para corear su independencia.
Un gran terremoto sacudirá Cataluña, fuegos y azufre; el Infierno espera a los adoradores del Becerro de Oro y seguidores de los banqueros sionistas o el Anticristo.
Ya a principios del año 2013 que Ripoll se convirtió en la Vergüenza de Cataluña, algo que sublimaría Artur Mas el día 11 de septiembre del mismo año.
Una terrible maldición se ha desatado en Cataluña, en la cuna de la imaginaria nación o del nuevo gobierno del Anticristo, el verdadero pueblo de Israel, en donde descansan los reyes de Israel. Todo se está cumpliendo tal como estaba escrito en el mismo cenobio o ilustrado en un mosaico.
Son muchas las profecías que hablan del Gran Rey que a España llegará, de la batalla que se ha de librar en el Pirineo y de la Virgen o Sibila que habría de luchar y derrotar al Anticristo. La batalla del Pirineo está especialmente señalada en muchas profecías y también se documentó en Ripoll. Vemos pues en una reseña histórica de José Mª Pellicer se Santa María de Ripoll que dice lo siguiente: Descuella en primer término la Portada, grandioso arco de triunfo al Catolicismo…… Varios son los templos románicos que hemos visitado ó de que tenemos noticia, y creemos poder decir muy alto que, entre esta clase de obras maestras, ninguna iguala en Europa á la de Santa María de Ripoll. En sus altos relieves presidió tacto exquisito en escoger los pasajes del antiguo testamento más adecuados al nuevo, y se logró reunir en su cuadro el pasado, presente y porvenir de la Iglesia de Jesucristo. No desmerece la obra una vez descifrada, antes sube de punto la admiración que excita. En ella saboréa el alma los sublimes recuerdos de los patriarcas, grandes reyes y profetas; en ella contempla las maravillas que Dios obró por su pueblo al conducirle à la tierra de promisión; allí aparecen las dos columnas de la Iglesia Pedro y Pablo, con los pasajes más tiernos y milagrosos de la Ley de Gracia….. …despejamos los escombros que ocultaban gran parte de lo que resta, y creimos hacer un pequeño servicio á las artes copiándolo, completando y haciendo del mismo la siguiente descripción: En el crucero, ante la capilla de la Santísima Virgen, se extiende un rectángulo de 11 metros de largo por 9 de ancho, rodeado de una sencilla cenefa compuesta de cuadrados unidos en diagonal. Otra cenefa divide el rectángulo en otros dos de área diferente. En el menor dos enormes peces se miran de frente y se prolongan en línea ondulante en direcciones opuestas . De la cabeza del de la derecha salen de un mismo vértice, á manera de rayos, líneas rojas tres veces (ter) repetidas. Otros dos peces bajan en direcciones opuestas, desde la parte superior hasta juntarse sus colas debajo de las cabezas de los anteriores, dejando en medio un espacio cuadrilongo. Otros dos pequeños peces se ven, uno cabeza abajo en medio del arco formado por el cuerpo del de la derecha, otro cabeza arriba en el de la izquierda. Por medio de una acertada y feliz combinación, presenta en su conjunto esta parte del mosáico el anagrama de María. No podría darse de otro modo más sencillo, elegante y original para expresar en lenguaje simbólico la situación de Santa María en la confluencia del Ter y del Fraser, distintivo topográfico único necesario, del que nunca se olvidaron en sus privilegios los reyes Francos, ni en sus bulas los Sumos Pontífices. Los dos grandes peces representan el Ter y el Fraser desde su origen, llegando a su máximum de su divergencia en Rivas y Camprodón; los menores indican con sus cabezas el punto en que los ríos empiezan á converger y, con sus colas unidas, su confluencia; los pequeños con la disposición de sus cabezas nos dicen que, despues de juntarse ambos rios, el Ter conserva el nombre de su origen (caput aquarum) al paso que el freser encuentra su fin. Encima de la cenefa compuesta de un ramaje ondulado con rosas equidistantes en cada arco, hay el área del segundo rectángulo. Es este ocupado por tres líneas de circunferencias. En los espacios comprendidos entre los cuatro arcos formados por aquellas, están dibujadas cruces, cuyos lados son flores de lis (esta cruz serviría de modelo a la que adoptó la Orden de Calatrava y el grabado sobre la casulla de Santo Tomás de Bibille). En los veinte y cuatro círculos se observan varias figuras dignas de notarse. Tales son corderos delante de un árbol de tres ramas, gallos con actitud de luchar contra dragones, pavos reales ahuyentando horribles mónstruos, lobos seguidos de cuclillos, jabalíes echando ascuas, con serpientes erguidas que les deslizan veneno sobre el lomo. El conjunto parece representar la victoria, en el valle ripollés, del cristianismo contra el mahometismo. Presta gran fundamento á esta opinión el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, ocupando los círculos de preferencia. El nombre de rio-pullo está bien simbolizado(además de los peces de la parte inferior) por el gallo repetido en diferentes círculos; el valle por los lobos y javàlies; el espíritu del mal ó , si se quiere el mahometismo, por las serpientes, dragones o mónstruos que en la lucha con el Cordero y el Gallo emblemáticos, aparecen constantemente vencidos.