Uno de los secretos más guardados de Cataluña es su historia y eso no es algo nuevo, sino que lleva mucho tiempo prohibiéndose el pre-románico. Es en convivencia con las instituciones religiosas, concretamente con el obispado de Vic y con organizaciones masónicas que se ha llevado a cabo una gran falsificación y que queda en evidencia en el monasterio de Ripoll. Hemos podido ver este 11 de septiembre del 2013 como los políticos se han reunido en el monasterio de Ripoll para celebrar sus indignos actos, en convivencia con el clero.
Fue en tiempos de Jordi Pujol que se inventó un supuesto padre de la nación y se puso de moda el hacer ofrendas florales a la tumba de Guifredo el Peloso y posteriormente se pegó un escudo de las barras de Aragón a su tumba y se repintó el de la tumba contigua para que no se notara la diferencia de pinturas.
Otra de las grandes mentiras es lo del 11 de septiembre y ese patético victimismo en el que se envuelven, ya que muchos catalanes se hicieron ricos a costa de las expropiaciones a los muertos en la batalla o a sus familias. Osea que detrás de tanta pantomima lo que se nos oculta en realidad es la gran estafa.
El cabeza de fusileros o capitán de la batalla del 11 de septiembre se llamaba Juan Niubó, era de Vic y tenía bastantes propiedades que expropiaron los Borbones, pero que pasaron a manos de la catalana Banca Sunyer que porteriormente sería Banca Catalana.
El escudo heráldico de los Niubó era un pelícano golpeándose el pecho y alimentando con su sangre a los polluelos, que pasó a ser posteriormente uno de los símbolos adoptados por la masonería inglesa. También se entregó Gibraltar como pago a los servicios prestados a Felipe V.
Los Niubó que después que Juan Niubó faleciera en la batalla del 11 de septiembre fueron condenados a ser quemados vivos y sus bienes y títulos expropiados y que tenían tierras en Campdevanol, en Bruguera, en Gombrén, en Ripoll, en Manlleu, en Vic y que entre otros títulos tenían el de Barones de Niubó, pasaron a ser eliminados de los libros de registro de defunciones o nacimientos y sólo se les ponía un N. que dice entre paréntesis que signifa expósito. Paralelamente a esta historia, que se puede verificar en los libros de registro del ayuntamiento de Campdevánol o en el registro de propiedad y seguramente en un intento de tapar las vergüenzas se fue adoptando un cínico victimismo por el pujolismo y cambiando la historia para quedar bien.
La historia inventada de Cataluña oculta pues las estafas, la apropiación indebida de bienes y sus posteriores ventas, los pactos secretos con la masonería inglesa y siempre echando la culpa a España cínicamente. El globo se ha ido haciendo grande, tanto que amenaza con reventar y cuando se enfrenten con la realidad ya será demasiado tarde .
Paralelamente a la pega de un escudo falso de barras en la tumba de Guifredo de Ripoll se ha ido destruyendo sistemáticamente todo aquello que tenía que ver con los Berenguer y el reino de Aragón y el poderosísimo Can o Cà catalán ha pasado a ser una liebre y ocultado de la historia en el mismísimo departamento de cultura de la Generalitat de Girona. Vemos pués que la calle del Llebré o Lebrel, en frente del Palacio Berenguer que trataron de derribar y esquina del mismísimo depatamento de cultura de Girona, ha pasado a ser calle de la Liebre. Siendo el Lebrel el Perro negro o Can que representaba a Cataluña y se ha adoptado el símbolo de las barras de Aragón como símbolo de una imaginaria nación.
Ya que dejen de disimular y que digan que quieren destruir España para ampliar Gibraltar y que nos han vendido a Marruecos, a Qatar ……etc.