Como ya he hablado en otra página, según escribe José María Pellicer en una reseña historica del 1888, que se hizo para celebrar el milenario de la fundación del cenobio de Ripoll por Wifredo el Vell
“…En el mismo valle hubo antes del siglo IX otro monasterio bajo la advocación de San Juan Bautista, que se hace remontar a si
mismo a la época visigótica.
Escasas son las noticias que de esta fundación subsisten. Dícese que de esta primera fundación su primer abad fue Protasio, quién pasó a la sede arzobispal de Tarragona; que el duque godo Recimiro había completado en 626 la fábrica, reinando Suintila, hijo menor de Recadero; que cerca del cenobio había una capilla llamada de la Madona, y pretendían los comunitarios de san Pedro que ella no era otra que la imagen de Santa María, a la que tributaban culto desde tiempo inmemorial los habitantes de la comarca de rivis-pollens , antes que el monasterio la aclamase por su abogada y protectora. Aducían como levísima comprovación de eso último, las construcciones románicas de la iglesia de san Pedro, ciertamente no posteriores al siglo IX…”
La de la foto es una mina de Ripoll, actualmente abandonada
En los Anales de Zurita vemos que es el autor del Gesta Comitorum en el capítulo XXIX que nos dice:
“La superstición de los labriegos comarcanos, supone que hay en las espaciosas cavernas reyes encantados. (Entre los cuales figura como principal el “reprobo” conde Arnau) y grandes caudales cuyo metálico sonido se oye, sin que el ojo pueda ver más que piedra, hasta que algún nuevo cavallero andante devuelva a los soberanos el Cetro y las riquezas del pais.”