Vemos aquí que consta que se guardó en Ripoll el códice original de los anales de los francos, que están relacionados con la reconquista y sabemos que en Ripoll descansan también los héroes de la reconquista y además se guardaron reliquias de innumerables santos, que incluían a los mártires de los romanos. y volviendo a Pellicer y su reseña histórica de Ripoll nos dice:
«…se guardaron hasta 1835 en cuatro arquillas de plata dorada, artísticamente labradas con primoros relieves. Las principales eran las siguientes: Partículas del Lignum crucis, del Santo Sepulcro, del Pesebre, de la tohalla conque Cristo enjuagó los pies á sus discipulos y del vestido de la Santísima Virgen. Reliquias de los santos mártires Pedro y Pablo, de San Saturnino primer apóstol de nuestra patria, de San Félix y San Narciso de Gerona, de Poncio, Dionisio, Rústico, Euleterio, de los mártires de la legión Tebana, de Sebastián, Vicente, Víctor, Desiderio, Primo, Marcelino, Geminiano, Alejandro, Félix, Justo, Víctor y de otro del mismo nombre; de Felícula, del mártir indígena Urbico, de Hipólito y de los mártires llamados Massae, de Marcial, de Salvio y de su madre Leónidas, de los Santos Inocentes y otros cuarenta mártires; de cornelio, de Valentín y de Donato obispo. Así mismo reliquías de San Martín obispo de Tours, de San Benito Legislador admirable de la órden de su nombre, y de los santos confesores Ambrosio, Gregorio, Lamberto, Ganderico, Justo, Laurencio y Rómulo. Por último cabellos de Santa Cecilia, restos de Santa Escolástica hermana de San Benito, de Santa Eulalia barcelonesa, y de santa Felícitas, madre feliz de siete hijos mártires.»
Sin duda cuando los Miqueletes arrasaron Ripoll y ardieron miles de códices milenarios nos dejaron desnudos de Historia y nos siguen todavía tratando de confundir de manera vergonzosa los politiqueros actuales, tratando de imponer su culto a la bandera, imponer su ideología y que les recemos a ellos como si fueran santos o mártires de la historia de Cataluña, a la que desprecian en el fondo e insultan con su comportamiento. Pero a pesar de todo la Verdad es algo que perdura siempre, que resucita una y otra y otra vez y las veces que sean necesarias, porque está imprimida en nuestros genes o código genético. La tenemos escrita dentro y nos brota como manantial eterno, mientras quede una gota de sangre de los que descendemos de aquello!