Si duda la «estrella» de esta Navidad es Marte que se vuelve retrógrado en Libra y cuando hace esto se convierte en el dios de la guerra y si además está en cuadratura con Júpiter y con Plutón pues es tremenda conmoción.
La guerra está servida y es algo que como todos los males siempre tiene una parte buena y es que va a permitir escapar de las grandes ciudades que suelen ser Cáncer.
Júpiter en Cáncer permite abandonar las grandes ciudades, que son puertos de mar y están bajo el influjo de Cáncer, aunque se haga la cosa con mucha tensión como es normal en el caso de oposición del maléfico Plutón y Marte retrógrado toca los tambores de guerra independientemente del signo en que esté, para amenizar el evento de evacuación.
El Mal o el Anticristo cumplen con su misión que es la autodestrucción y nadie puede detener eso!
Los antiguos le llamaron La Parusia a este Final de los Tiempos y lo identificaban con el Dragón Infernal de Testas Coronadas, la Bestia , el Anticristo , con el final de la iglesia católica y con el despertar de los Iberos.
Nostradamus llama al Mesías el Ebriano, aunque muchos lo traducen por el Ebrio y vaticina que Libra verá reinar las Hespérides, que del cielo y tierra tendrán la monarquía y cuando habla de las Hespérides se refiere a España. Nostradamus habla de una gran batalla final que ha de librarse en el Pirineo.
A menudo los caminos de Dios son incomprensibles y retorcidos, pero van derecho a lo importante. Nadie se salvaría seguramente si no fuera por la guerra que se va a liar y que obligará a escapar. La guerra o el Anticristo es la fuerza que no siendo un fin en si mismo, nos mantiene entrenados y nos prepara para afrontar el imprevisto. El tránsito a la nueva macroera de Escorpio es muy complicado, por ello los antiguos dieron mucha importancia a la actual macroera de Libra en la que el Mal habría de ser volcado en estado puro con el fin de estar entrenados para afrontar los más grandes retos y vencerlos. La única manera de vencer el Mal es hacer las cosas Bien, porque el Mal es autodestructivo y se autodestruye solito.
En este Glorioso y largamente esperado Final de los Tiempos, países enteros pueden desaparecer ya que el giro terrestre se va a detener y luego la tierra va a girar al revés. Así que primero habrá una fuerte actividad sísmica y volcánica, cosa que ocurre por la aceleración de la velocidad de inclinación del Eje Terrestre, hasta que caiga de golpe y detenga su giro y entraremos en la nueva macroera de Escorpión que es la octava y la primera de las macroeras luminosas y por ello la más esperada. Atrás quedarán las siete primeras macroeras oscuras y el sufrimiento que conllevaban, con el fin de prepararnos para el Gran Salto a la quinta dimensión. Todo quedará purificado y la materia será sublimada y la muerte como la conocemos ahora ya no existirá.